Combinación de la carta Siete de Bastos y la carta Sota de Bastos
El Sota de Bastos y el Siete de Bastos en posición normal crean una combinación explosiva que electrifica todo lo que te rodea. Es el momento perfecto para lanzar ese proyecto que has estado rumiando o hacer las maletas para ese viaje que llevas tiempo planeando. La energía arrolladora del Sota se multiplica con la determinación férrea del Siete, creando un impulso imparable hacia adelante. Eso sí, acuérdate de hacer algún que otro descanso – hasta la máquina más potente necesita un respiro.
Combinación de la carta invertida Siete de Bastos y la carta Sota de Bastos
El Sota de Bastos en posición normal junto al Siete de Bastos reverso es como un velocista en los tacos de salida – pero con las piernas que le fallan en el último momento. Tienes una energía que se desborda por todos lados, pero una vocecita interior te susurra: "Esto me viene grande, hay demasiada competencia". Tal vez no tengas que tirar la toalla con tu objetivo, sino buscar una ruta alternativa – una con menos piedras en el camino y que juegue más a tu favor.
Combinación de la carta Siete de Bastos y la carta invertida Sota de Bastos
El Paje de Bastos invertido junto con el Siete de Bastos en posición normal pinta una situación donde la vida hierve a tu alrededor, pero tú la observas desde detrás de un cristal empañado. El campo de batalla está preparado, la armadura reluce – pero el guerrero titubea. Detrás de esta indecisión y desgana, las oportunidades de oro pueden escurrirse entre los dedos sin que te des cuenta. Busca algo que vuelva a prender la mecha – quizás un sueño olvidado o una nueva fuente de inspiración.
Combinación de la carta invertida Siete de Bastos y la carta invertida Sota de Bastos
Las dos cartas están del revés – como un coche con el motor fundido y las ruedas desinfladas. No hay energía para seguir adelante ni ganas de pelear por tu sitio en el mundo. En momentos así, lo más inteligente es no machacarte, sino tomarte un respiro. Date permiso para recuperarte y recargar las pilas. Muchas veces, los nuevos caminos aparecen justo en esos períodos de calma obligada.