Dos de Bastos y Ocho de Espadas

Este material tiene un carácter exclusivamente de entretenimiento
Esta página está dedicada al estudio detallado de la combinación de la carta Dos de Bastos y la carta Ocho de Espadas en una tirada de tarot para diferentes aspectos de la vida: amor, carrera, finanzas y crecimiento espiritual. Explore el simbolismo y la interpretación de la conexión directa e invertida de los dos arcanos.

Combinación de la carta Dos de Bastos y la carta Ocho de Espadas

Ocho de Espadas y Dos de Bastos en posición natural – cuando la limitación se topa con la oportunidad. Te sientes encerrado en una jaula invisible, pero ya tienes la llave en el bolsillo. Reconocer tus propias barreras es el primer paso hacia la libertad. El Dos de Bastos no sugiere – exige acción. Es hora de dejar de echarle la culpa a las circunstancias y tomar las riendas.

Combinación de la carta invertida Dos de Bastos y la carta Ocho de Espadas

Ocho de Espadas normal con Dos de Bastos invertido – una mezcla que te pone los pelos de punta. Los miedos te tienen atrapado, bloqueando cualquier impulso de moverte. El Dos invertido empeora las cosas – la incertidumbre da más miedo que el sufrimiento conocido. Las cadenas de siempre parecen más cómodas que los senderos nuevos, y te aferras a ellas, aterrorizado de dar el salto hacia lo desconocido.

Combinación de la carta Dos de Bastos y la carta invertida Ocho de Espadas

Ocho de Espadas Invertido con Dos de Bastos normal – el momento del despertar. La niebla se levanta y te das cuenta de que las cadenas que te tenían preso eran puro teatro mental. La cárcel de tu mente se evapora como neblina al amanecer. El Dos de Bastos te muestra un mundo de posibilidades – caminos que ni imaginabas ahora te llaman a gritos.

Combinación de la carta invertida Dos de Bastos y la carta invertida Ocho de Espadas

Ocho de Espadas Invertido y Dos de Bastos – libertad sin brújula. Se cayeron las barreras internas, pero te quedaste clavado en la puerta de tu nueva vida. Ya no eres prisionero de tus miedos, aunque sigues siendo esclavo de la rutina. Lo viejo te aburre, lo nuevo te da pánico. El resultado – dar vueltas como trompo, dudas eternas y chances que se van por el caño.