Elizabeth Taylor biografía, maridos, hijos, ojos, edad y causa de muerte

Biografía de Elizabeth Taylor

Elizabeth Taylor fue una talentosa actriz estadounidense, la "Reina de Hollywood," admirada por millones de hombres de diferentes rincones del mundo. Se casó ocho veces y acumuló colecciones de joyas que habrían despertado la envidia de cualquier familia real. Esta mujer no solo poseía una belleza única, sino también un talento especial para exprimir cada momento de la vida, y su biografía lo confirma de manera extraordinaria.

Infancia y familia

Elizabeth Rosemond Taylor nació en un exclusivo suburbio al noroeste de Londres, repleto de mansiones aristocráticas. Sus padres se trasladaron al Reino Unido desde los Estados Unidos. Su padre, Francis Lenn Taylor, de ascendencia irlandesa, dirigía una galería de arte, mientras que su madre, Sara Viola Warmbrodt, actuaba en teatro bajo el nombre artístico de Sara Sothern. Los padres ya estaban criando a un hijo de tres años llamado Howard.

La pequeña Liz recibió una educación aristocrática: su madre le enseñó buenos modales, los fundamentos de la actuación y a tocar el piano, mientras que su padre la llevaba a su galería para cultivar en ella el amor por la belleza. Desde los tres años, asistía a la escuela de ballet y aprendió a montar a caballo en su propio pony.

Además, la pequeña se convirtió en una auténtica belleza: poseía unos extraordinarios ojos azul brillante con matices violeta y espesas pestañas negras que crecían en doble fila (este extraño fenómeno, que ocurre una vez entre un millón, se conoce como distiquiasis).

Primeros Roles

En 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial y la familia Taylor se vio obligada a regresar a Estados Unidos. En Los Ángeles comenzó una nueva vida para la pequeña: su madre decidió convertirla en actriz y, tras hacer los contactos adecuados, empezó a llevar a Liz a audiciones. Incluso se inventó una nueva biografía para su hija, según la cual había asistido a clases de ballet con la Princesa Margarita de Inglaterra, aprendido equitación con la élite londinense y sido presentada personalmente ante Su Majestad.

Elizabeth Taylor de 7 años y su hermano vendiendo limonada en casa

Los esfuerzos de su madre dieron resultado: la encantadora niña captó la atención de los productores de Hollywood, que le ofrecieron un pequeño papel en la película "There's One Born Every Minute" (1942).

Primer papel de Elizabeth Taylor ('There's One Born Every Minute')

Tan solo un año después, la joven Taylor consiguió dos papeles protagonistas: Priscilla en "Lassie Come Home" y Helen Burns en la adaptación de la célebre novela de Charlotte Brontë "Jane Eyre". Elizabeth interpretó de manera excelente, obteniendo un buen salario y merecidos elogios por parte de directores y productores. Por su habilidad para rodar cualquier escena en una sola toma, la apodaron One-Shot Liz.

Una escena de la película 'Lassie Come Home'

Al ver el gran potencial interpretativo de Taylor, los directores empezaron a ofrecerle papeles no solo de jóvenes hermosas, sino también de chicas decididas, como Velvet Brown en el drama deportivo "National Velvet" (1944).

Elizabeth de 12 años en el set de la película 'National Velvet'

Durante el rodaje de esta película, Elizabeth se cayó del caballo y se lesionó la columna, pero continuó trabajando con valentía a pesar del intenso dolor de espalda. Sus esfuerzos se vieron plenamente recompensados con el amor y reconocimiento del público, que exigía más películas con ella a Metro-Goldwyn-Mayer.

Como recompensa por el rodaje, los productores le regalaron a la actriz un caballo

Como agradecimiento por su excelente trabajo, la productora le regaló a Liz por su cumpleaños el caballo con el que había trabajado y le concedió una prima de 15.000 dólares. El salario de la actriz de trece años ascendió a 750 dólares por semana, una suma considerable para la época, que supuso un apoyo económico importante para la familia Taylor.

Poco a poco, Elizabeth empezó a mostrar aires de estrella: se volvió caprichosa, discutía con los directores y siempre llegaba tarde a todos lados. Pero los magnates del cine le toleraban estos caprichos porque la popularidad de la actriz crecía con cada película, y los filmes en los que participaba generaban importantes beneficios.

Elizabeth pasó sin dificultad de papeles adolescentes a roles adultos: a los quince años ya lucía unas formas muy femeninas que enloquecían al público masculino. En 1948, la revista Time calificó a Liz como "una joya magnífica" y "la joven actriz más prometedora de Hollywood".

Su filmografía creció a pasos agigantados con nuevas películas ("Courage of Lassie," "Life with Father," "Cynthia," "A Date with Judy")—tenía una agenda tan apretada que Elizabeth empezó a hartarse del cine. También la sacaba de quicio la supervisión constante de su madre, que, tras divorciarse y que su marido se marchara a Wisconsin con el hijo mayor, no se despegaba de ella ni un segundo.

Una escena de la película 'A Date with Judy'

Nadie se habría imaginado que aquella belleza de dieciséis años, el sueño de todos los hombres de América, jamás había tenido una cita. Liz deseaba tanto una vida normal que hasta barajó la posibilidad de romper su contrato con el estudio, pero Sara logró persuadir a su hija de no hacerlo.

Pico de Carrera

Durante los siguientes diez años, Elizabeth Taylor sumó dos docenas de nuevas películas a su filmografía. Entre ellas, las más impactantes y memorables fueron "A Place in the Sun" (1951), "The Girl Who Had Everything" (1953), "Giant" (1956) y "Cat on a Hot Tin Roof" (1958).

Elizabeth Taylor en 'Cat on a Hot Tin Roof'

En 1960, Taylor recibió su primer Oscar por el papel de Gloria Wandrous en el melodrama "Butterfield 8". Curiosamente, Elizabeth al principio se resistía a interpretar a una prostituta que se enamora de su cliente casado, ya que el personaje le parecía demasiado simplista y vulgar.

Elizabeth Taylor ganando el Oscar a Mejor Actriz por "Butterfield 8"

El papel de la reina egipcia Cleopatra en el drama histórico de Joseph Mankiewicz de 1963, fue, sin embargo, un sueño hecho realidad. Solo en los lujosos trajes de Taylor se invirtieron alrededor de 200 mil dólares, y el presupuesto total de la película ascendió a 44 millones, una suma inimaginable en ese momento.

Elizabeth cobró un millón de dólares, estableciendo un récord absoluto para la época. Incluso ahora, "Cleopatra" se considera la película más cara en la historia del cine. Además, fue en el set de esta película donde se formó la colaboración creativa entre Elizabeth Taylor y Richard Burton, que pronto se convirtió en una apasionada historia de amor.

Elizabeth Taylor y Richard Burton en el set de 'Cleopatra'

Taylor recibió su segundo Oscar por su papel de Martha en el drama de Mike Nichols "Who's Afraid of Virginia Woolf?" (1966). En aquel momento, la actriz y su esposo Richard Burton atravesaban una crisis matrimonial, lo que hizo que sus interpretaciones en pantalla fueran excepcionalmente realistas. Para el papel, Elizabeth tuvo que ganar una docena de kilogramos y transformarse de una belleza refinada en una mujer descuidada y provocadora. Tras el rodaje, le costó trabajo perder los kilos de más, aunque muchos espectadores encontraron la figura más llena de Taylor aún más atractiva y sexy.

Elizabeth Taylor en 'Who's Afraid of Virginia Woolf?'

En 1967, se estrenó la comedia excéntrica "The Taming of the Shrew", donde Liz y Richard volvieron a desplegar todo su arrollador temperamento. Por este trabajo, fueron nominados a un premio BAFTA, y la película fue incluida en el top ten por el National Board of Review. Este papel se convirtió en el último trabajo memorable de la actriz, después del cual su carrera comenzó a declinar lentamente.

La Vida Personal de Elizabeth Taylor

Los hombres empezaron a fijarse en Elizabeth cuando era muy jovencita. Pero llegar hasta ella no era nada fácil: su madre o los guardaespaldas de dos metros que había contratado el estudio siempre rondaban cerca de la actriz. Al cumplir los dieciséis, empezaron a llegar propuestas tentadoras de hombres muy poderosos y adinerados. Pero ella era muy lista y no pensaba convertirse en el capricho de nadie. Por eso le dijo que no al multimillonario Howard Hughes, que ofreció a los padres de Elizabeth una fortuna de seis cifras para convertirla en su esposa.

Howard Hughes estaba dispuesto a pagar por la mano y el corazón de Taylor

Su romance con el famoso futbolista Glenn Davis también se fue al traste: cuando Liz descubrió que su encuentro había sido tramado por su madre, cortó de inmediato con el pobre pretendiente. El hijo de un embajador estadounidense, el millonario William D. Pauly Jr., estaba dispuesto a ponerle el mundo a los pies a la joven Miss Taylor, pero solo si renunciaba a su carrera y se dedicaba en cuerpo y alma a él.

Elizabeth Taylor de 17 años y William Pauly, cuyo cortejo rechazó

Como era de esperar, Liz no pudo aceptar semejante cosa y se decidió por Conrad Nicholson Hilton Jr., de 24 años, heredero de la cadena hotelera Hilton. Pero la felicidad familiar duró poco: el príncipe azul resultó ser un mujeriego, un borracho y un camorrista. Nueve meses después de la boda, le levantó la mano a Elizabeth, y ella pidió el divorcio al instante.

El primer esposo de Elizabeth Taylor es Conrad Nicholson Hilton Jr.

Con un acuerdo decente en el bolsillo, Liz volvió a ser una novia codiciada y, un año después, le quitó a su familia al famoso actor británico Michael Wilding. Le consiguió un contrato en Hollywood a su amado y se lo llevó a Estados Unidos. Allí la pareja formalizó oficialmente su relación, y en 1953 Liz dio a luz a su primer hijo, Michael Howard.

Dos años después nació su segundo hijo, Christopher Edward (1955), pero una vez más, la felicidad familiar no duró. Al quedar eclipsado por su famosa esposa, Michael se volvió un vago redomado que no solo se gastó el dinero de su mujer, sino que además la engañó en sus propias narices.

En el matrimonio, Taylor y Wilding tuvieron dos hijos

Al descubrir esto, Liz pidió el divorcio inmediatamente y, sin darse cuenta, se encontró casada otra vez. Su tercer marido fue el influyente director y productor Mike Todd, que le llevaba casi un cuarto de siglo a Taylor. A pesar de la gran diferencia de edad, Liz adoraba a su marido, que la llenaba de diamantes y le daba impulso a su carrera en Hollywood.

En 1957 Elizabeth le dio a Todd una hija, Elizabeth Frances, y un año después su marido se estrelló en un avión privado al que había bautizado como "Lucky Liz". Taylor tenía que haber volado con él, pero se quedó en casa porque se encontraba mal.

Esta tragedia le dejó una herida profunda en el alma, que el amigo de la familia Eddie Fisher intentó sanar. Por Liz, abandonó a su esposa Debbie, amiga de Elizabeth, quien jamás perdonó a la actriz semejante traición. A partir de entonces, Liz se ganó fama de rompehogares, reputación que se vio reforzada por un escandaloso romance con Richard Burton que surgió en pleno rodaje.

Olvidándose de sus respectivas familias, la pareja se zambulló de lleno en un torbellino de pasión, haciendo caso omiso de la moral y el escándalo público. Burton colmaba de joyas a su reina, mientras ella le obsequiaba coches de lujo y obras de arte únicas. Su matrimonio fue muy intenso: ambos se tenían unos celos terribles, discutían con pasión, se reconciliaban y adoraban vivir rodeados de lujo.

Richard Burton se convirtió en el hombre principal en la vida de Elizabeth Taylor

Con la esperanza de formar una familia ejemplar, adoptaron a una niña alemana, María, pero esto no logró salvar su matrimonio. Hay parejas que se autodestruyen con su amor desenfrenado, y esta fue una de ellas. En 1974, la pareja decidió divorciarse, aunque siguieron manteniendo una estrecha relación. Durante un año se escribieron cartas y se llamaron por teléfono, hasta que Richard acabó hospitalizado por una grave intoxicación etílica. Liz acudió corriendo junto a su exmarido para ayudarle, y poco después volvieron a casarse.

La relación de Taylor y Burton fue muy complicada

Esta vez la cosa solo duró nueve meses, tras los cuales Liz decidió cortar definitivamente con Burton. Después se casó con el senador de Virginia John Warner, quien poco después (en buena medida gracias a la popularidad de su esposa) ganó las elecciones. Una vez conseguido su propósito, perdió el interés en Taylor, mientras ella deambulaba sola por su lujosa mansión, refugiándose en la comida y el alcohol.

El matrimonio con el senador John Warner no benefició a la actriz

Ya no le llegaban papeles interesantes, y Liz, con 45 años, no sabía cómo seguir adelante, lo que la sumió en una profunda desesperación. El alcohol y una crisis nerviosa llevaron a la actriz a una clínica de desintoxicación, de donde salió renovada y mucho más delgada. Al poco tiempo, le ofrecieron a Taylor un papel en la producción de Broadway "The Little Foxes", que triunfó en Nueva York, Londres y Los Ángeles. Elizabeth volvió a sentirse exitosa y cotizada, y se divorció de Warner tras seis años de matrimonio.

El último marido de la "Reina de Hollywood" fue un sencillo albañil, Larry Fortensky, a quien conoció en una clínica de desintoxicación tras enterarse de la muerte de Richard Burton. La actriz se prendó de este dulce muchacho, que había pasado por muchas penurias en la vida, y decidió ayudarle. Firmó un contrato con Larry por el cual recibiría un millón de dólares si permanecía casado legalmente con ella durante cinco años.

La boda de Elizabeth Taylor y Larry Fortensky

El muchacho aceptó, y en 1991 tuvo lugar la última boda de Elizabeth Taylor, la octava, organizada con ayuda de su íntimo amigo Michael Jackson. Cinco años más tarde, la pareja se divorció en buenos términos, y Fortensky agradeció a su exesposa tanto el tiempo vivido junto a ella entre riquezas y lujos como el millón de dólares que recibió según lo pactado.

Años Posteriores y Muerte

A partir de finales de los años 80, Taylor se centró principalmente en series de televisión estadounidenses, se volcó en actividades públicas y negocios, y lanzó su propia línea de perfumes. Se entregó de lleno a la beneficencia, fundando su propia Fundación contra el SIDA. En 1993, la actriz recibió su tercer Oscar por "Contribución Individual Sobresaliente a Causas Humanitarias".

El Tercer Oscar de Elizabeth Taylor por Logros Especiales

En 2001, Taylor protagonizó la comedia "These Old Broads", donde prácticamente se interpretó a sí misma, y decidió poner punto final a su carrera actoral. Sufría numerosos problemas de salud: su espalda, lesionada en la juventud, le causaba dolores constantes, su corazón, agotado por el estrés y el alcohol, fallaba, y en 1997 le extirparon un tumor cerebral. Se sometió a una operación de prótesis de cadera en ambas articulaciones y aguantó un tratamiento largo y agotador contra el cáncer de piel.

El Último Papel de Elizabeth Taylor – 'These Old Broads'

En 2009, al conocer la muerte de su íntimo amigo Michael Jackson, Taylor fue hospitalizada por un grave infarto y se sometió a una compleja operación de reparación de la válvula cardíaca. A partir de entonces, estuvo bajo constante vigilancia médica y fue hospitalizada frecuentemente para revisiones.

El 13 de febrero de 2011, el estado de la actriz empeoró, requiriendo hospitalización urgente. Pese a los esfuerzos de los médicos, el 23 de marzo su estado se agravó de forma crítica, y la actriz de 79 años falleció por insuficiencia cardíaca.

Taylor fue sepultada en el Forest Lawn Memorial Park en el Callejón de las Estrellas de California, cerca de la tumba de su amigo Michael Jackson. Anteriormente, había deseado ser sepultada junto a Richard Burton, pero años antes de su muerte cambió de opinión.

Fotos: Elizabeth Taylor