Esto es exactamente lo que le ocurre al protagonista de "The Last Samurai" (2003), una épica estadounidense que, a pesar de todos sus "añadidos hollywoodienses", sigue siendo una de las películas más conmovedoras sobre el choque entre dos culturas.
La historia nos lleva al Japón de 1870 — una época en la que el poder imperial intenta liberarse del pasado y dar el paso hacia el futuro. Ejércitos occidentales, ferrocarriles, rifles Winchester y uniformes militares en lugar de armaduras tradicionales — el país está cambiando, y lo hace a toda velocidad.

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Pero todo cambia cuando su ejército sufre una derrota aplastante en su primera batalla, y Algren se encuentra capturado... por los mismos samuráis que se suponía debía destruir.
El cautiverio resulta ser nada parecido a lo que el protagonista esperaba. Algren no está encadenado — en cambio, se le permite caminar, entrenar con espadas y mantener conversaciones con los lugareños.
Algren comienza a ver a sus antiguos enemigos como personas de honor. Personas para quienes el deber, la dignidad y el respeto por el pasado importan más que las órdenes políticas.

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- Una de las mejores actuaciones de Tom Cruise — contenida, sentida, sin su habitual grandilocuencia
- El brillante Ken Watanabe, que interpreta al líder samurái — sabio, fuerte y trágico
- La banda sonora hipnotizante de Hans Zimmer que es imposible olvidar después de la escena final
- Escenas de batalla reales — con actores de carne y hueso, caballos y espadas, sin caos de CGI
Personalmente, creo que esta actuación de Cruise es imprescindible verla al menos una vez en la vida. Estoy seguro de que impresionará a muchas personas incluso más que "Mission: Impossible".
"The Last Samurai" es una película sobre lo que vale la pena preservar, incluso cuando el mundo familiar se desmorona a tu alrededor. Y tal vez sea en la cultura de otra persona donde podamos encontrar lo que faltaba en la nuestra. Anteriormente en estrellavia.com, cubrimos la película "There Will Be Blood" — uno de los papeles más brutales (y mejores) de Daniel Day-Lewis.